
Estas estudiantes del Liceo N°1 de Santiago Javiera Carrera están en cuarto medio y ya son veteranas en esto de las investigaciones cie
ntíficas, los congresos y las ferias. Hablan con desplante y seguridad sobre laboratorios, muestras y metodologías de la investigación.
Su profesora Roxana Nahuelcura las acompaña desde 2011, y aunque ya venían con una motivación personal, fue ella quien las incentivó a desarrollar un proyecto de ciencias. No se cansó de alentarlas en este largo y tortuoso proceso que ya les ha brindado bastantes frutos.
Caer para levantarse
Tras la frustración que les significó no quedar clasificadas, ni para la preselección, de la Feria Antártica Escolar (FAE) del 2011, organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH), Omayra y Naomi decidieron hacer un nuevo trabajo para la siguiente versión.
Luego de la decepción a la que se enfrentaron el 2011, ¿cuál fue la actitud que adoptaron para decidir volver a intentarlo al año siguiente?
Naomi: El no haber quedado nos motivó el doble. Decidimos buscar un tema diferente, un tema que fuera novedoso, además ya teníamos la experiencia.
Omayra: El 2012 empezamos con todas las ganas de hacer algo nuevo y pudimos desarrollar un proyecto a partir de la experiencia conseguida el año anterior, pero esta vez, de una manera más efectiva.
Roxana: Al principio igual fue desmotivante porque yo era la más entusiasta y todo el tiempo les decía que sí íbamos a quedar. Sin embargo el 2011 les sirvió a las chicas para conocer entre otras cosas, los instrumentos de un laboratorio de microbiología, como se preparaban las muestras, etcétera. Pero recién con el proyecto del 2012 ellas se pudieron comparar y darse cuenta que el primer proyecto era bastante básico.
¿Cómo surgió el tema que abordarían en el proyecto?
Omayra: Al iniciar la búsqueda del tema nos enfocamos bastante en el Boletín Antártico, porque ahí se publican investigaciones y temas contingentes relacionados con la Antártica, entonces es una buena base para la selección de temáticas a abordar. Fue a través de ese boletín que nos enteramos de que la Antártica está contaminada con hidrocarburos y eso nos llamó profundamente la atención, además nos dimos cuenta de que era un tema que acaparaba bastante atención de la comunidad científica, entonces nosotras nos planteamos encontrar una solución para esa problemática.
Con el tema ya definido, el paso siguiente fue ponerse a investigar y a leer todo lo que se les pusiera por delante referente al tema. Así llegaron al taller organizado por el Programa EXPLORA, que busca entregar un apoyo directo a los equipos investigativos que decidan desarrollar proyectos con miras a la FAE. En dicho taller, consiguieron el vínculo un científico experto en el tema que deseaban investigar.
¿Qué tipo de dificultades debieron enfrentar durante el desarrollo del trabajo?
Omayra: Lo primero fue que nuestra investigación era relativamente innovadora, entonces no había una metodología establecida que nos permitiera llegar directamente a las bacterias que degradaran este contaminante. Otra dificultad fue el tiempo.
Destino: la Antártica
Antes de clasificar a la FAE, presentaron su proyecto en todas las instancias en que tuvieron la oportunidad de hacerlo. “Era mucho trabajo como para presentarlo en sólo un congreso”. En todos obtuvieron el segundo lugar, pero no importaba, porque todas esas instancias eran sólo la preparación para lo que vendría en la FAE. Ya clasificadas, emprendieron vuelo a territorio antártico a disfrutar de su expedición de 6 días.

¿En qué aspectos de sus vidas, consideran ustedes que influyó esta experiencia?
Naomi: A mi hay dos cosas que me marcaron harto, una es haber trabajado en los laboratorios, porque a mi desde chica me gustaba la ciencia, siempre supe que esa sería mi opción, entonces haber trabajado en los laboratorios potenció y enriqueció esa decisión.
Lo otro, es haber participado en tanta feria y congreso, ni siquiera haber ganado, si no haber tenido la oportunidad de compartir con tanta gente que tiene intereses en común y haber podido dar a conocer a muchas personas todo el trabajo que hicimos durante un año.
Omayra: Yo antes no estaba tan cercana a las ciencias, de hecho tenía más tendencia hacia el área humanista, pero gracias a una buena motivación que me entregó la profe, junto con una buena compañera de trabajo, se hicieron cambios importantes en mi vida.
Roxana: En la Antártica se vive un espíritu colaborativo, de trabajo en equipo, eso es lo más me gusta de la experiencia antártica.
Investigación Científica Escolar
Roxana cuenta que al momento de iniciar el trabajo en algún proyecto de ciencias, la convocatoria la hace para todas las estudiantes, que por motivación personal estén dispuestas a asumir el desafío. No necesariamente la proposición va dirigida a las con mejor rendimiento escolar, porque lo importante dice, es el compromiso que adquiera cada una y para eso tiene que estar ahí porque le gusta.
¿Cómo ven ustedes la relación de mujeres jóvenes como ustedes con las ciencias? ¿Aprecian alguna diferencia respecto a los hombres?
Omayra: Una mujer tiene las mismas capacidades que un hombre y se sabe que en la historia de la Ciencia, las mujeres no han sido valoradas por el trabajo que hacen, pero agradezco estar en un momento en que la mente está más abierta y no hay gran diferencia entre los hombres y mujeres que hacen ciencia, una simplemente hace lo que le gusta. En ningún momento he sentido que haya habido alguna distinción entre hombres y mujeres. Nunca sentí una diferencia, porque siento que las capacidades son las mismas.
Naomi: Partiendo de la base de que la persona que nos motivó a realizar esto fue una profesora y que a quien leímos en primera instancia para el proyecto fue a una científica y que estamos en un Colegio de mujeres, creo que no hay un tema entre nosotras con la discriminación de género. Nunca he sentido distinciones o que nos hicieran diferencias por ser mujeres o que a los científicos les causara impresión por el sólo hecho de ser mujeres.
El próximo 30 de agosto, Naomi y Omayra, acompañadas una vez más de su profesora Ro
xana, se embarcarán con rumbo a Estocolmo, Suecia, para representar a Chile en el Stockholm Junior Water Prize, instancia en la que competirán con jóvenes de otros 30 países y a la cual accedieron tras resultar ganadoras en la Water Week Latinoamerica, que se realizó en el Hotel Sheraton Miramar de Viña del Mar en el mes de marzo.

Omayra y Naomi se siguen preparando para este próximo desafío. Está lejos de ser el último y sólo pareciera marcar el inicio de un largo camino de estudios e investigaciones, en el que demuestran tener las cosas claras. Concluye Omayra: "Yo creo que para un científico el fin o el objetivo final debiera ser el comunicar, compartir la información, porque que gracia tiene si yo no más me quedo con el conocimiento de algo. Nosotras asumimos un poco ese compromiso y le hemos contado a nuestras compañeras y amigas acerca de todas las oportunidades que se abren al realizar proyectos científicos”.
Hasta el 23 de agosto de 2013 se puede postular a la X Feria Antártica Escolar que se realizará el 24, el 25 y el 26 de octubre en Punta Arenas. Los ganadores de la Feria Antártica Escolar participarán de una experiencia inolvidable en la Antártica. ¡Tú también puedes ser parte de esta expedición: aún hay tiempo de investigar! Infórmate en www.inach.cl/fae.
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